sábado, agosto 12, 2006

Homenaje a Feodor Dostoievski


Dios y el Demonio se disputan el alma del hombre, y el campo de batalla es el corazón de ese desdichado. ¿Y si el combate es infinito? ¿Y si Dios no es tan poderoso como para vencer a su Adversario? ¿Y si venció el Demonio y lo tiene encadenado o, lo que sería peor aun más perverso, domina ya el mundo y hace creer a los candorosos que es Dios para desprestigiarlo? ¡Qué horror! ¿Qué sentido tendría la vida?