Siguiendo las indicaciones de nuestro querido Platón... Éste Universo es solamente una representación del Paraíso. La simple existencia de Éste es la garantía de que existe Otro Universo más perfecto. El Universo, además de su condición sensible, oculta a la vez un sustrato ideal. Para que la pintura no sea más que un torpe y defectuoso simulacro, creo que el color debe ser inmanente al objeto representado. Sino la pintura se convertiría en una banal representación de la representación.
Por lo tanto, los artístas deberían ser condenados en nombre de La Verdad como flasificadores y traficantes del No-Ser.
La obra es de mi querido amigo, Andrés Piatek. "Ulceras de amor" 80 x 120 cm, 2006.
