lunes, enero 11, 2010

El artista...


El artista inevitablemente se enfrenta con los arduos problemas de la creación, no sólo estrictamente pictóricos y técnicos, sino también psicológicos y espirituales.
Es entonces cuando (según Ernesto Sábato y estoy de acuerdo) además del talento o del genio necesitarás de otros atributos espitiruales: el coraje para decir tu verdad, la tenacidad para seguir adelante, una curiosa mezcla de fe en lo tenés que decir y de reiterado descreimiento en tus fuerzas, una combinación de modestia ante los gigantes y de arrogancia ante los imbéciles, una necesidad de afecto pero también una valentía para estar solo. Si estás dispuesto a sufrir, a desgarrarte, a soportar la mezquindad y la malevolencia, la incomprensión y la estupidez, el resentimiento y la infinita soledad, entonces sí estás preparado para dar tu testimonio.
A veces sentirás la anhelada presencia, el esperado signo de un ser que desde otra isla oye tus gritos, alguien que entenderá tus gestos, que será capaz de descifrar tu clave. Y entonces tendrás fuerza para seguir adelante, por un momento no sentirás el gruñido de los cerdos. Aunque sea por un fugitivo instante, sentirás la eternidad.
Dedicado a Laura Safina...